Comentario
El plan de Freyberg era el siguiente: el ataque lo iniciaría la 6ª brigada neozelandesa y la 5ª india con el apoyo de la 4ª brigada acorazada neozelandesa. El resto de la 4ª división india y la 2ª neozelandesa intervendría sólo en caso de necesidad. Los neozelandeses, moviéndose inmediatamente después del final del bombardeo, tenían que conquistar la Colina del Castillo y la utilizaría como trampolín para el asalto final al monasterio. Se hicieron los movimientos necesarios y el 22 de febrero se dio finalmente la orden de ataque. Todo estaba preparado para la "Operación Dickens" , prevista para el 24 de febrero. El comienzo de la batalla, por culpa del mal tiempo, se retaso durante tres semanas, mientras las tropas esperaban tremendamente intranquilas bajo la lluvia. Para los neozelandeses, que tenían que haberse movido los primeros, había un ulterior motivo de nerviosismo: el plan de ataque preveía que para no ser alcanzados por las bombas de la aviación, como movimiento preliminar se retirasen unos 900 metros dejando sólo pocos escuadrones suicidas que continuaran el fuego, engañando así a los alemanes. El ataque tenía que haber comenzado, pues, con una retirada.Durante aquellos días de espera, los neozelandeses sufrieron otro duro golpe cuando el comandante de su división, Kippernberger, el 2 de marzo pisó una mina "schu" que le arranco un pie, hiriéndole el otro muy gravemente , que tuvo ser amputado. La única buena noticia que recibieron los aliados en Cassino fue que en aquel periodo se consiguió detener el avance alemán contra la cabeza de desembarco de Anzio. Sin embargo, es poco probable que la noticia provocara un gran efecto: para los hombres enfangados en Cassino, Anzio era otra guerra.